miércoles, 14 de noviembre de 2012

Romeo and Juliet (Dire Straits)

Esta es la canción de Dire Straits titulada Romeo and Juliet, que hemos mencionado en clase. Va dedicada a aquellos de vosotros que no la conocéis. Es una bella y triste canción con la que el vocalista del grupo, Mark Knopfler, ofrece una visión del amor de dos jóvenes un poco menos idealista que la del drama de Shakespeare. Ya me diréis por qué, aunque también aquí Romeo se "muere" de amor por su Julieta...   




domingo, 11 de noviembre de 2012

Shakespeare en inglés

Os dejo dos textos muy conocidos de Shakespeare llevados al cine y que todo actor que se precie quiere siempre representar. En versión original se intuye el sonido de las palabras, que a Shakespeare importaba tanto como el contenido. Él quería enganchar, fascinar los oídos del espectador huyendo de la artificiosidad y por eso combinó en sus versos blancos la métrica académica con la métrica natural del habla.
El primer texto pertenece a la obra EnriqueV, concretamente, es la arenga del día de San Crispín que el rey pronuncia a sus soldados la víspera de la batalla de Azincourt. ESta batalla ganada a los franceses se convertirá en uno de los episodios más recordados de la Guerra de los Cien Años.




El segundo texto es el famosísimo monólogo de Hamlet: "To be or not to be", ya sabéis: ese en que Hamlet duda entre actuar o no, entre vengar el asesinato de su padre o callar, morir. Como no lo he encontrado con subtítulos en español, os dejo abajo una traducción.




            HAMLET:
           To be, or not to be: that is the question:      
 Wethet  her 'tis nobler in the mind to suffer 
 The slings and arrows of outrageous fortune,
 Or to take arms against a sea of troubles, 
 And by opposing end them? To die: to sleep; 
 No more; and by a sleep to say we end 
 The heart-ache and the thousand natural shocks 
 That flesh is heir to, 'tis a consummation 
 Devoutly to be wish'd. To die, to sleep; 
 To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub; 
 For in that sleep of death what dreams may come 
 When we have shuffled off this mortal coil, 
 Must give us pause: there's the respect 
 That makes calamity of so long life; 
 For who would bear the whips and scorns of time, 
 The oppressor's wrong, the proud man’s contumely,
 The pangs of despised love, the law's delay, 
 The insolence of office and the spurns 
 That patient merit of the unworthy takes, 
 When he himself might his quietus make 
 With a bare bodkin? who would fardels bear, 
 To grunt and sweat under a weary life, 
 But that the dread of something after death, 
 The undiscover'
d country from whose bourn 
 No traveller returns, puzzles the will 
 And makes us rather bear those ills we have 
 Than fly to others that we know not of? 
 Thus conscience does make cowards of us all; 
 And thus the native hue of resolution 
 Is sicklied o'er with the pale cast of thought, 
 And enterprises of great pith and moment 
 With this regard their currents turn awry, 
 And lose the name of action. —Soft you now! 
 The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons 
 Be all my sins remember'd.   

HAMLET
Ser o no ser, ésa es la cuestión:
si es más noble para el alma soportar
las flechas y pedradas de la áspera Fortuna
o armarse contra un mar de adversidades
y darles fin en el encuentro. Morir: dormir,
nada más. Y si durmiendo terminaran
las angustias y los mil ataques naturales
herencia de la carne, sería una conclusión
seriamente deseable. Morir, dormir:
dormir, tal vez soñar. Sí, ese es el estorbo;
pu
es qué podríamos soñar en nuestro sueño eterno
ya libres del agobio terrenal,
es una consideración que frena el juicio
y da tan larga vida a la desgracia. Pues, ¿quién
soportaría los azotes e injurias de este mundo,
el desmán del tirano, la afrenta del soberbio,
las penas del amor menospreciado,
la tardanza de la ley, la arrogancia del cargo,
los insultos que sufre la paciencia,
pudiendo cerrar cuentas uno mismo
con un simple puñal? ¿Quién lleva esas cargas,
gimiendo y sudando bajo el p
eso de esta vida,
si no es porque el temor al más allá,
la tierra inexplorada de cuyas fronteras
ningún viajero vuelve, detiene los sentidos
y nos hace soportar los males que tenemos
antes que huir hacia otros que ignoramos?
La conciencia nos vuelve unos cobardes,
el color natural de nuestro ánimo
se mustia con el pálido matiz del pensamiento,
y empresas de gran peso y entidad
por tal motivo se desvían de su curso
y ya no son acción. Pero, alto:
la bella Ofelia. Hermosa, en tus plegarias
recuerda mis pecados


martes, 6 de noviembre de 2012

La autoría de las obras de Shakespeare

Algunos habéis sacado en clase el tema de la dudosa autoría de las obras de Shakespeare, a raíz de la película Anonymous dirigida en 2011 por Roland Emmerich (el director de Independence Day y Godzilla, por ejemplo).
De momento, os dejo el tráiler promocional de Anonymous para que os fijéis en la recreación de escenarios como los de la ciudad de Londres y el teatro The Globe, que está muy conseguida.

    
En esta película, el director reabre la antigua polémica sobre el verdadero autor de las obras firmadas por Shakespeare y toma partido por los llamados anti-stratfordistas, es decir, por aquellos que dudan de que Shakespeare hubiera tenido capacidad y preparación suficiente como para ser el autor de una obra tan genial. En Anonymous, el escritor y mecenas Edward de Vere, XVII conde de Oxford, es el verdadero autor. Otros anti-stratfordistas (como Freud, Voltaire o Marc Twain) atribuyen la autoría a Francis Bacon o Christopher Marlowe. Por el contrario, los llamados stratfordistas defienden la figura del Shakespeare autor y coinciden con la crítica literaria académica, que ven en la polémica puras especulaciones.
Sea como fuere, a nosotros nos interesa menos el autor y más el estudio y disfrute de una de sus obras, Romeo y Julieta, que ha pasado a la historia de la literatura como el paradigma de las historias de amor romántico frustrado que pervive más allá de la muerte.        

miércoles, 31 de octubre de 2012

El adulterio femenino en otros libros de la época

Tras la lectura de varios relatos del Decamerón, has podido comprobar que algunos argumentos no son originales del autor sino que este los toma de la tradición literaria y folclórica. El tema de la Jornada VII, el de la mujer infiel y el marido celoso, es muy recurrente y lo abordan irónicamente, por ejemplo, dos obras de la época que contienen también relatos enmarcados: el Libro de Buen Amor de Juan Ruiz, Arcipreste de Hita en su fábula del pintor Pitas Payas y Cuentos de Canterbury de Chaucer en el "Cuento del molinero".


En el cuento del pintor Pitas Payas, a pesar de las diferencias de género e intencionalidad (es poesía culta y moralizante) hay mucho parecido con el Decamerón, pues las reacciones astutas de las mujeres adúlteras son las mismas. En ambos casos, ellas evaden la ira o sospechas del marido mediante contestaciones ingeniosas, improvisadas, humorísticas e increíbles dadas para no reconocer su culpa. En este cuento, Pitas Payas tiene que ausentarse por un viaje de negocios y deja sola a su mujer recién casada. Antes de partir, dibuja un cordero en el ombligo de su esposa para asegurarse de que esta le será fiel. La mujer tiene un amante y al cabo de dos años, vuelve el marido. Como el cordero se ha borrado, ella le pide al amante que repita el dibujo en el  mismo sitio y este, con las prisas, pinta un carnero. Cuando Pitas Payas recrimina a su mujer porque los cuernos del animal han crecido, ella muy resuelta le responde que el tiempo no pasa en balde y que en dos años un cordero ya es carnero. Irónica e ingeniosa la respuesta, ¿verdad? ¿No recuerda a las reacciones de muchas infieles del Decamerón?


En el "Cuento del molinero" de Chaucer, la mujer de un carpintero es infiel con un joven estudiante alojado en la casa y no duda en quedarse con este aun a costa de la desgracia y el escarnio público de su marido. Del carpintero se burla la pareja convenciéndole de la llegada de un inminente diluvio, del que tendrá que salvarse y salvarlos a ellos dos colgando en el techo unas tinajas que echará a flotar cuando las aguas crezcan. También rondaba a la mujer un sacristán del que esta pretende deshacerse dándole a besar su trasero por la ventana en vez de su cara. El sacristán burlado vuelve con un rastrillo candente para vengarse y quemar aquellas posaderas que besó, mas ahora es el estudiante quien saca las suyas y resulta abrasado. Al oír los gritos pidiendo agua, se despierta el carpintero, (que se había quedado dormido en la tinaja), cae del techo y se rompe un brazo. La gente le toma por loco y los amantes disfrutan a placer. En algunos cuentos del Decamerón también la mujer muestra la misma sangre fría y crudeza para con el marido, quien acababa ridiculizado en público bien por los vecinos (cuento del pozo, VII-4) o por la familia (cuento de la criada  a quien le cortan las trenzas a ella en vez de a su señora, VII-8). 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Comentamos otros relatos del Decamerón (1)

Esta es la entrada reservada a vuestros comentarios
Como os ha parecido bien lo de leer otros relatos del Decamerón, además de los ya estudiados de la Jornada VII, y como cada uno de vosotros ya tiene adjudicado su propio relato, solo falta poner manos a la escritura y dejar en Comentarios un breve resumen de los contenidos junto con vuestras valoraciones personales. 

sábado, 20 de octubre de 2012

Boccaccio. Preguntas teóricas de Selectividad

Con esta presentación que he hecho sobre Boccaccio podréis repasar los contenidos de las dos primeras preguntas de Selectividad: 1. Boccaccio y su época y 2. El Decamerón y la obra literaria de Boccaccio. También encontraréis un esquema general sobre aspectos formales de la obra (técnica narrativa y recursos expresivos) que se os piden en la pregunta 4. Veremos en clase todos los de la Jornada VII y analizaremos la función que cumplen en los textos.   


jueves, 4 de octubre de 2012

La naturaleza idealizada en el Decamerón

J. W. Waterhouse,  A Tale from the Decameron (1916)
Como se lee en la Jornada I, los diez jóvenes salen de la iglesia de Santa María Novella convencidos de la necesidad de huir al campo y abandonar el caos de la pestífera Florencia. La técnica narrativa boccacciana del juego de contrastes se concreta aquí en la oposición ciudad/campo, o lo que es lo mismo: caos, peste, amoralidad frente a orden, belleza, honestidad. Pampinea reconoce que la peste también hace estragos en el campo, pero que allí todos estarían mejor: 
Yo estimaría muy adecuado que, (...) fuésemos a quedarnos honestamente en nuestras posesiones en el campo, que todas poseemos en abundancia, y allí disfrutásemos de la fiesta, la alegría y el placer que pudiésemos, sin traspasar en acto alguno el tope de la razón. Allí se oyen cantar a los pajarillos, se ven verdear las colinas y los llanos, y los campos de mieses ondear como el mar, y unas mil especies de árboles, y el cielo más abiertamente que, aunque esté aún enojado, no por ello nos niega sus bellezas eternas, que son mucho más bellas de contemplar que las murallas vacías de nuestra ciudad; y allí, además, el aire es mucho más fresco y hay más abundancia de esas cosas que son más necesarias para la vida en estos tiempos, y es menor el número de molestias. Por lo que aunque allí mueran los campesinos como aquí los ciudadanos, el disgusto es menor porque las casas y los habitantes son menos que en la ciudad. (...) Y recordad  que no es peor para nosotras marchar honestamente que para gran parte de las demás quedarse deshonestamente.   
Desde que los jóvenes llegan a la primera villa, a unos tres kilómetros de Florencia, la naturaleza se describirá idealizada siguiendo tópicos del locus amoenus
Estaba dicho lugar sobre una pequeña colina, algo alejado por todas partes de nuestros caminos, con diversos arbustos y plantas pobladas de verdes hojas de agradable aspecto; en cuya cima había una villa con un hermoso y amplio patio central, con pórticos y con salas y alcobas a cual más bella y decorada con agradables pinturas llenas de admiración, con pequeños prados y con maravillosos jardines y con pozos de preciados vinos: cosas más propias de refinados bebedores que de sobrias y honestas damas. Y el grupo, al llegar, con no poco placer lo halló todo bien barrido, y hechas las camas en las alcobas, y todo lleno de las flores propias de la estación y alfombrado de juncos. (...) Aquí hay jardines, aquí hay prados, aquí hay otros muchos lugares deleitosos por donde cada uno puede solazarse a su placer.

Todo invita al disfrute, de tal manera que sigue la descripción del banquete, ordenado y sibarita, al que los jóvenes se encaminan por un jardín hablando de agradables cosas, con paso lento, haciéndose bellas guirnaldas de diferentes hojas y cantando amorosamente. En la sobremesa cantan y bailan agradables canciones y no falta una siesta, tras la cual se fueron a un pradecillo donde la hierba era verde y alta y el sol no entraba por ninguna parte; y allí sintiendo que hacía un suave vientecito, según quiso la reina, se sentaron todos en corro dispuestos a contarse cuentos. Observa cómo esta secuencia narrativa siempre se repite, con más o menos detalles, al comienzo y final de cada una de las diez jornadas para dar pie a los cuentos o cerrar el marco narrativo de los mismos.. 

En la Introducción a la Jornada IIIlos jóvenes visitan una nueva villa en lo alto de una colina y en su descripción reaparecen los mismos tópicos de antes. Al descender, ven un amplísimo patio con porche, jardín y bodegas, que abre a otro jardín florido, amurallado, con árboles frutales y pérgolas de uvas. En el centro hay un prado frondoso con una fuente de mármol blanquísimo, cuya agua mana abundantemente y discurre en silencio por canalillos mientras que riega la tierra y mueve dos molinos. A continuación, este paisaje se compara con el Paraíso y no falta la mención a las guirnaldas de flores, los trinos de pájaros diferentes o las cien especies de animales tanto salvajes como domésticos. La escena del banquete acaba como en I: con cantos, bailes y siesta reparadora previa al comienzo de la narración de los correspondientes cuentos del día.     

La descripción del entorno de los jóvenes narradores sigue una progresión ascendente en minuciosidad y belleza que culmina en el Valle de las Damas, descrito al final de la Jornada VI y principio de la VII. Si el jardín de III simboliza el Paraíso Terrenal, este Valle de las Damas simboliza el Paraíso Celestial, cuya circularidad connota perfección y espiritualidad.  
(...) Allí, recorriéndolo y volviéndolo a mirarlo todo de nuevo, les pareció mucho más bello que el día anterior, cuando la hora del día era más propicia a su belleza.  Y luego de que con buen vino y con dulces rompieron el ayuno, para que los pájaros no les ganasen con sus cantos, comenzaron a cantar y el valle junto con ellos, diciendo siempre esas mismas canciones que ellos decían; a las que todos los pájaros, como si no quisiesen que se les ganase, dulces y nuevas notas añadían. Mas cuando la hora de comer hubo llegado, poniendo las mesas bajo los vivaces laureles y junto a los demás bellos árboles, como el rey quiso se fueron a sentar al bello lago; y mientras comían, veían nadar a los peces por él en enormes bancos; lo cual les daba ocasión tanto de contemplar como a veces de comentar. (...) Pero al llegar ya la hora en que todos estaban levantados y era el momento de recogerse para relatar, como el rey quiso, no muy lejos del lugar donde habían comido, haciendo extender tapetes sobre la hierba y tomando asiento junto al lago, ordenó el rey a Emilia que comenzase; y ella, alegremente, así comenzó a decir sonriendo: (Jornada VII) 
Esta fusión del hombre con la naturaleza coincide con una visión prerrenacentista de la vida. El hombre empieza a ser dueño de su destino, de ahí que los jóvenes busquen una naturaleza edénica o paradisíaca que actúa de burbuja que invita al deleite, preserva del caos, la enfermedad y el pecado y que también contrasta con el mundo materialista que reflejan los cuentos de la Jornada VII.  

martes, 2 de octubre de 2012

La Peste Negra y El Decamerón

La Peste Negra que asoló Florencia en 1348 da pie a Boccaccio para contextualizar su Decamerón. Como sabes, la obra la escribe tras ser testigo directo de los estragos causados por la epidemia y es esta la que impulsa a un grupo de diez jóvenes florentinos a huir al campo, con la esperanza de escapar del contagio. 

Aquí tienes un vídeo de Canal Historia sobre la Peste Negra. La perspectiva es histórica y refleja la rápida expansión geográfica, así como el origen y síntomas de la enfermedad.



La descripción de la Peste Negra del Decamerón ocupa las primeras páginas de la Jornada I. Es viva y realista y por eso, el autor advierte de su crudeza a las mujeres- las destinatarias del libro- y les anuncia que tras la lectura dolorosa encontrarán un libro agradable y ameno:
Este horrible comienzo os resultará como una montaña áspera y empinada para los caminantes, tras la cual se halla oculta una hermosísima y deleitable llanura que será tanto más grata cuanto mayor haya sido la dureza de la subida y del descenso.

Pincha aquí para leer la Jornada I y anota en tu cuaderno, para comentar en clase, los estragos causados por la peste en el orden social, en las relaciones familiares y en las costumbres que Boccaccio describe en su obra.
  

miércoles, 19 de septiembre de 2012

PONENCIA SELECTIVIDAD 2012/2013

¡Hola a todos mis alumnos LUNeros! 

Nuevo curso y nuevas expectativas... para todos. Yo pretendo seguir transmitiendo el gusto por la materia de Literatura Universal y añadir nuevas entradas en este blog. Blog que inicié el curso pasado movida por el interés y la sensibilidad literaria de muchos de vuestros compañeros de la anterior promoción que ahora, por cierto, tienen las miras puestas en sus respectivas carreras. Espero que esta materia de LUN os enganche tanto como a mí; que trasteéis a menudo por aquí y que dejéis testimonio de comentarios sesudos y espíritu crítico desarrollado al máximo. Ya sabéis que este blog no pretende sustituir al libro de texto sino que se plantea como un soporte más con materiales de apoyo y complementarios que os pueden resultar útiles. 

                                                                    *   *   *  
Para empezar, os dejaré de aperitivo dos enlaces: uno con las directrices que marca la Ponencia de Literatura Universal para la Selectividad de 2012/2013 y otro con los exámenes de las selectividades anteriores de 2010/2011 y 2011/2012. Conviene echar un vistazo no solo al temario sino al resto de indicaciones sobre los criterios de puntuación y corrección de cada una de las cinco preguntas. Los modelos de exámenes los comentaremos en clase.


miércoles, 23 de mayo de 2012

Jack Kerouac y su novela On The Road

¡Qué casualidad que nuestro estudio de la Generación Beat norteamericana haya coincidido con la presentación hoy en el Festival de cine de Cannes, de la película On The Road! Dicha película está basada en la obra homónima de Jack Kerouac, quien vio publicada su novela En el camino en 1957. Aquí tienes un enlace a la noticia en la página del Festival.

Como sabes, las novelas beat se caracterizan por su desilusión ante la sociedad aburguesada y acomodaticia de la época, que se materializa en las consignas de gozar de todo tipo de experiencias (el desarraigo, el sexo, las drogas, la música, el misticismo entre oriental y cristiano) y vivir rápido. La novela de Kerouac es algo autobiográfica porque se nutre de sus experiencias cuando, junto con sus amigos, recorrió las carreteras de Estados Unidos y México entre 1947 y 1950. Él será uno de los que contribuirán a mitificar la histórica Ruta 66 entre Chicago y Los Ángeles. Esta ruta fue elegida por los emigrantes que iban al oeste en los años 30 y por los trabajadores de la industria bélica tras la 2ª G.M. En los años cincuenta, era frecuentada por los veraneantes con destino a Los Ángeles y actualmente, están señalizados muchos tramos para delicia de nostálgicos y curiosos. El punto de partida de En el camino es la ciudad de Nueva York, donde Sal Paradise (álter ego de Kerouac) conocerá a sus amigos Dean Moriarty y Carlo Marx, quienes le "abducen" con sus relatos de viajes y vida despreocupada. Con ellos comenzará su vida viajera, como declara en el primer párrafo de la novela: Con la aparición de Dean Moriarty comenzó la parte de mi vida que podría llamarse mi vida en la carretera

El guardián entre el centeno de J.D. Salinger y En el camino de Kerouac comparten motivos literarios y temas: el del viaje (interior y exterior); la búsqueda de paraísos artificiales (drogas, alcohol, música); la rebeldía juvenil y social; el uso del lenguaje cotidiano y la espontaneidad; la gran ciudad de Nueva York como personaje; el Oeste americano como destino ansiado para huir y empezar de nuevo, aunque en ambas obras resulte una utopía pues Holden decide no ir y "cuidar" de su hermana y los amigos de Kerouac descubren al llegar que todo es igual que en el resto del mundo.      

Este es el vídeo promocional de la película con subtítulos en español: 


"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas". (Jack Kerouac, En el camino)

jueves, 3 de mayo de 2012

Reflexionamos sobre Kafka, su época y su obra

En esta entrada podéis expresar cuantas conclusiones o pensamientos queráis y que os hayan surgido  tras la lectura de La metamorfosis y el estudio de la biografía, la obra literaria y la época de Kafka. Como me comentáis que se os han quedado cosas por decir en clase, aprovechad este espacio para sugerir nuevas interpretaciones, matizar las ya comentadas o añadir datos que amplíen nuestra visión de las cosas. Estoy segura de que a todos nos gustará compartirlas.

Si viajas a... Praga

Vista de la Ciudad Vieja desde la colina Petrín, en la margen izquierda del río Moldava

Praga es la ciudad donde vivió Kafka toda su vida. Aunque viajara a menudo, siempre volvía a esta ciudad que tanto amaba y odiaba por igual (Esta madrecita tiene garras, llegó a declarar). Esta mezcla de sentimientos encontrados se corresponde con su pesimismo y carácter atormentado por un lado y con el antisemitismo incipiente por el otro, pero lo que parece claro es que la toponimia praguense no es muy significativa en sus obras. La ciudad no adquiere el mismo protagonismo que adquiría con Dostoievski, por ejemplo, ya que las descripciones realistas de Kafka lo son de universos oníricos, fantásticos y no de la realidad circundante tal y como nos tenía acostumbrados el realismo decimonónico. La ciudad pierde protagonismo en sus obras en aras de las situaciones absurdas tan propias, que hemos dado en llamar "kafkianas" y que simbolizan la precaria posición del hombre y de sí mismo en el mundo. Precisamente en esa convivencia de lo insólito y lo real radica lo novedoso de una escritura que inspiraría a los existencialistas tras la Segunda Guerra Mundial. Kafka renovará, pues, la narrativa del siglo XX en aspectos más que formales (como hicieran Proust y Joyce) de contenido.


Dibujo en camisetas y
demás mercadería de recuerdos
 
Pero volvamos a Praga: es una de las ciudades que más explota turísticamente el hecho de ser cuna de un autor ilustre. Parece que quisiera resarcirse de la indiferencia que mostrara por él en tiempos pasados nazis y comunistas, en que era considerado un autor burgués que además escribía en alemán y no en checo. En cambio, en la actualidad, el nombre de Kafka se repite en objetos y negocios de todo tipo y hasta las oficinas y guías de turismo ofertan la llamada "ruta de Kafka" que muestra los lugares donde vivió, estudió, paseó, trabajó y participó en tertulias literarias.

Si pinchas aquí verás un ilustrador enlace de la ruta kafkiana, con mapa y fotos comentadas de los lugares de interés. La vida del autor gira fundamentalmente en torno a la Plaza de la Ciudad Vieja; como dice a su profesor de hebreo: Este estrecho círculo engloba toda mi vida


Plaza de la Ciudad Vieja
Casa natal



De la casa natal junto a la Iglesia de San Nicolás, donde vivió sus cinco primeros años, solo se conserva el portal de piedra y una placa conmemorativa. Sabemos algunas curiosidades biográficas como la de la casa U Minuty, donde Kafka pasó parte de su vida escolar. En una carta recuerda que cada día la cocinera de su familia, encargada de llevarle hasta la escuela tras la iglesia de Týn, debía atravesar la plaza arrastrándole. En 1912 su padre abrió una tienda de ropa en la misma plaza, en los bajos del Palacio Goltz-Kinský. En la segunda planta de este se ubicaba el Liceo alemán donde Kafka estudió entre 1893 y 1901. La educación en lengua alemana propiciada por el padre era común entre la minoría judía que quería prosperar.

La Casa U Minuty
Palacio Goltz-Kinský

En el extremo sur de la plaza, en la casa El Unicornio, había un salón literario que frecuentaban Kafka y sus amigos de su Círculo de Praga (Max Brod y Franz Werfel, judíos que escriben en alemán como él). También asistían a él otros intelectuales de la época como Einstein, por ejemplo, que dio clase en la universidad. En otro extremo de la misma plaza comienza la exclusiva calle Parízska, flanqueada por la iglesia de San Nicolás a un lado y la casa Oppelt, al otro. Allí Kafka vivió con sus padres y ambientó su relato de La metamorfosis (1915). Siguiendo esta calle se encuentra el barrio judío de Joséfov donde Kafka asistía a los oficios religiosos de la sinagoga, de mala gana, como confiesa en su Carta al padre al cual reprocha, entre otras cosas, su religiosidad superficial propia de un judío asimilado: Como niño, en coincidencia contigo, me recriminaba yo mismo el que no frecuentara bastante el templo, el que no ayunara, etc. [...] Más adelante, como adolescente, no entendía cómo podías reprocharme, con tu nada de judaísmo, el que yo aunque fuera por "piedad", como solías decir) no me esforzara por lograr una nada semejante. Como sabes, más tarde se interesa por el sionismo y el teatro yiddish, se une sentimentalmente a Dora Diamant, hija de un rabino ortodoxo, estudia hebreo y hubiera viajado a Palestina si su tuberculosis no se lo hubiera impedido.

Calle Parizská. (la casa natal es la amarilla junto a la iglesia)

En el barrio judío, junto a la Sinagoga Española, se erigió en 2003 un monumento conmemorativo del 120º aniversario del nacimiento del autor. Como habéis comentado ya en clase, es bastante kafkiano y se presta a diversas interpretaciones. Por cierto, también le rinde tributo, aunque a su modo, el Café Franz Kafka, muy próximo a la estatua y que conserva cierto aire decadente y fotos de Praga y de Kafka en su interior.

Kafka por Jaroslav Róna 


Café Franz Kafka



En ocasiones, el centro le resultaba a nuestro autor algo ruidoso y buscaba descanso y evasión en los magníficos parques Chotek y Letná, de la otra orilla del río, bajo el Castillo. Por la misma razón durante el año 1916, se mudó a una casita azul, como de cuento, que su hermana Ottla tenía arrendada en el Callejón de Oro, nº 22, del barrio del Castillo. En la buardilla trabajaba muchas veces hasta el amanecer. Allí escribió más de una docena de cuentos y encontraría inspiración para su novela El castillo (1926). Uno de esos relatos es Un médico rural, que dedica a su padre quien lo recibe con estas secas palabras: "Déjalo en la mesita de noche". Con el tiempo, Kafka acabaría viviendo a este lado de la ciudad. Curiosamente su última casa fue un apartamento en el segundo piso del Palacio Schonborn, que hoy ocupa la Embajada de EE.UU.

Callejón de Oro nº 22

En el barrio de Malá Strana, bajo el Castillo, se ha instalado desde 2005 el Museo Franz Kafka de Praga. En él se muestra por un lado, la visión ambivalente y el profundo conocimiento histórico que Kafka tenía de Praga y por otro, la topografía novelada que, dicho sea de paso, donde más se rastrea es en su primer relato titulado Descripción de una lucha.

Museo Franz Kafka

La Universidad donde estudió Derecho y sus lugares de trabajo están muy próximos a la Plaza Nueva: en la Plaza Wenceslao junto al Hotel Europa, estaba la Aseguradora Italiana, de donde se despidió tras nueve meses de aburrido trabajo burocrático. Muy cerca de la Torre de la Pólvora, persiste la Compañía de Seguros contra accidentes de trabajo, donde Kafka trabajó doce años de manera ejemplar hasta que tuvo que jubilarse anticipadamente por motivos de salud.

 
Hotel Europa donde leyó su obra La condena
Edificio de la Assicurazioni Generali

El horario matutino del trabajo le permitía pasear al atardecer por las calles de Praga, que tan bien conocía. Por supuesto, también frecuentaba algunos cafés emblemáticos donde escribía en paz (el Continental), desarrollaba su interés por el teatro yiddish polaco (el Savoy) o se reunía con la intelectualidad de la época (el Arco, el Louvre o el Slavia). Este último, de elegante estilo art decó frente al Teatro Nacional y con vistas al río Moldava, se hizo famoso por ser frecuentado por escritores de comienzos de siglo XX, como Rilke y Kafka, y después por Vaclav Havel y otros disidentes en las décadas de 1970  y 1980. 

Café Slavia

El final de nuestro recorrido kafkiano será el Cementerio Nuevo, judío, de Zizkov donde se encuentra la tumba que cada 3 de junio, aniversario de la muerte, es visitada en peregrinaje por multitud de admiradores. La tumba ha sido declarada monumento nacional. Alberga también los restos de sus padres y en una placa abajo, pueden leerse los nombres de sus tres hermanas, víctimas del Holocausto. 

Tumba de Kafka

martes, 17 de abril de 2012

Adaptación cinematográfica controvertida de La metamorfosis

           
                         La metamorfosis Franz Kafka from Scog on Vimeo.

Aquí tenéis el vídeo de que os hablé en clase y que comentaremos. Es del cineasta Carlos Atanes, quien hace una adaptación del relato kafkiano algo libre. Como ya habéis leído la obra, vosotros mismos comentaréis las diferencias que veáis con respecto al libro y opinaréis al respecto. Se observan guiños a otras obras de Kafka y al escritor Borges cuando se cambia el dormitorio de Gregor Samsa por una fantástica biblioteca en el piso de arriba del domicilio familiar. También se detalla el contexto histórico haciendo referencias explícitas al nacionalsocialismo hitleriano, que adquiere especial relevancia como elemento opresor si recordamos el judaísmo del escritor. Esta adaptación ha sido muy polémica y no la han aceptado de buena gana los kafkianos clásicos.


Elementos narrativos de La metamorfosis de Kafka


Aquí os dejo este atractivo prezi que he encontrado y que nos ayudará a repasar elementos narrativos de La metamorfosis, la novela de  Kafka que acabamos de leer.

domingo, 25 de marzo de 2012

Valoramos el poema 9 "El Amor y el cráneo"

H. Goltzius, Quis evadet?, (1594)
En este poema Baudelaire ha recreado la iconografía antigua holandesa según la cual un niño junto a la muerte, soltando pompas de jabón, representaba la inconsistencia o fugacidad de la vida que dura lo que una pompa. Baudelaire convierte al niño del grabado en símbolo del amor fugaz, pues. La Humanidad está a merced de los caprichos del amor, quien sopla burbujas que estallan en el aire malogrando la vida que contienen en su interior. El tema de la vida como una burbuja ("homo bulla") es muy barroco y también aparece en El Bosco. En la actualidad sigue vigente, por ejemplo, con el Proyecto "Llegaste con la brisa 3.0" en que se representa la fabricación en burbujas de nuevos seres transgénicos mediante una instalación video- mecánica creada por la cineasta venezolana Mariana Rondón.


El Bosco, burbuja-atanor en
El jardín de las delicias (1503)
Mariana Rondón, "Llegaste con la brisa 3.0"



El Bosco, Creación del mundo,
reverso de El jardín...
       El amor y el cráneo
          Viñeta antigua

Se sienta el Amor en el cráneo
             De la Humanidad,
Y sobre tal solio el profano,
             Con risa procaz,

Sopla alegremente redondas burbujas,
             Que en el aire suben,
Como para juntar a los mundos
             Al fondo del Éter.

El globo luminoso y frágil
             En un amplio vuelo,
Revienta y escupe su alma pequeña
             Como un áureo sueño.

Y oigo al cráneo, a cada burbuja,
             Rogar y gemir:
-«Este juego feroz y ridículo,
             ¿Cuándo acabará?

Pues lo que tu boca cruel
             Esparce en el aire,
Monstruo asesino, es mi cerebro,
             ¡Mi sangre y mi carne!»

     (Trad. Mtnez Sarrión en La Gaya Ciencia)

(V.O. en francés, aquí)
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Valoramos el poema 8 "Un viaje a Citerea"


Watteau, Embarque a la isla de Citera (1717)

Según la propia confesión de Baudelaire, estos versos nacieron de unas líneas del escritor romántico Nerval, quien como tantos otros, sintió la llamada de Oriente y evocó sus gentes, paisajes y mitos en muchas obras. No hay duda de que conoció el cuadro rococó de Watteau titulado Embarque para Citerea. Así se llama la isla jónica de Venus, diosa del amor.
Baudelaire habla de la isla y de Afrodita, símbolo del amor-pasión que él demonifica. El viaje esperanzado queda interrumpido por el avistamiento de un hombre devorado por las fieras, en clara alusión al origen de la propia Afrodita que procede, según la Teogonía de Hesiodo, del semen derramado al mar por Urano cuando es castrado por su hijo Cronos, quien arroja los testículos al mar.

Botticelli, Nacimiento de Venus (1485)

Tras los detalles escabrosos del estado del cadáver, sucede la invocación al muerto (habitante de la isla castigado por su adoración a Venus) con quien se identificará el poeta. Las invocaciones a Venus y Dios de la estrofa final refuerzan el sentido de la alegoría mencionada en la estrofa anterior y que se explica por la asociación viaje a Citerea-castración, que sugiere viaje frustrado hacia el amor. Como vemos, reaparece el tema del amor-muerte y el de la frustración asumida.


                Un viaje a Citerea 
Mi corazón, como un pájaro, voltigeaba gozoso
Y planeaba libremente alrededor de las jarcias;
El navío rolaba bajo un cielo sin nubes, 
Cual un ángel embriagado de un sol radiante.

¿Qué isla es ésta, triste y negra? –Es Citerea,
Nos dicen, país celebrado en las canciones,
El dorado banal de todos los galeones en el pasado.
Mirad, después de todo, no es sino un pobre erial.

–¡Isla de los dulces secretos y de los regocijos del corazón!
De la antigua Venus, soberbio fantasma
Sobre tus aguas ciérnese un como aroma,
Que satura los espíritus de amor y languidez.

Bella isla de los mirtos verdes, plena de flores abiertas,
Venerada eternamente por todanación,
Donde los suspiros de los corazones en adoración
Envuelven como incienso sobre un rosedal.

Donde el arrullo eterno de una torcaz
- Citerea no era un lugar sino de los más áridos,
Un desierto rocoso turbado por gritos agrios.
¡Yo, empero, vislumbraba un objeto singular!
No era aquello un templo sobre las umbrías laderas,
Al cual la joven sacerdotisa, enamorada de las flores,
Acudía, encendido el cuerpo por secretos ardores,
Entreabriendo su túnica las brisas pasajeras;

Pero, he aquí que rozando la costra, más de cerca
Para turbar los pájaros con nuestras velas blancas,
Vimos que era una horca de tres ramas,
Destacándose negra sobre el cielo, como un ciprés.

Feroces pájaros posados sobre su cebo
Destruian con saña un ahorcado ya maduro,
Cada uno hundiendo, cual instrumento, su pico impuro
En todos los rincones sangrientos de aquella carroña;

Los ojos eran dos agujeros, y del vientre desfondado
Los intestinos pesados caíanle sobre los muslos,
Y sus verdugos, ahítos de horribles delicias,
A picotazos lo habían absolutamente castrado.

Bajo los pies, un tropel de celosos cuadrúpedos,
El hocico levantado, husmeaban y rondaban;
Una bestia más grande en medio se agitaba
Como un verdugo rodeado de ayudantes.

Habitante de Citerea, hijo de un cielo tan bello,
Silenciosamente tú soportabas estos insultos
En expiación de tus infames cultos
Y de los pecados que te ha vedado el sepulcro.

 Ridículo colgad, ¡tus dolores son los míos!
Sentí, ante el aspecto de tus miembros flotantes,
Como una náusea, subir hasta mis dientes,
El caudal de hiel de mis dolores pasados;

Ante ti, pobre diablo, inolvidable,
He sentido todos los picos y todas las quijadas
De los cuervos lancinantes y de las panteras negras
Que, en su tiempo, tanto gustaron de triturar mi carne.

–El cielo estaba encantador, la mar serena;
Para mí todo era negro y sangriento desde entonces.
¡Ah! y tenía, como en un sudario espeso,
El corazón amortajado en esta alegoría.

En tu isla. ¡oh, Venus! no he hallado erguido
Más que un patíbulo simbólico del cual pendía mi imagen...
–¡Ah! ¡Señor! ¡Concédeme la fuerza y el coraje
De contemplar mi corazón y mi cuerpo sin repugnancia!
                                                 (trad. en wikisource.org)       

(V.O. en francés, aquí)
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Valoramos el poema 7 "La Beatriz"

Goya, Capricho 61- Volaverunt (1799) 

Beatriz es la musa de Dante (recordemos que algunos autores creen ver en Las flores del mal una recreación de los círculos dantescos: spleen, amor culpable, lujuria, muerte, esperanza del paraíso, purgatorio del dolor). 
La anécdota de este poema tan narrativo muestra al poeta vagando triste. Parece otro sueño en que le asaltan al poeta una tropa de viciosos demonios entre los que se encuentra su amada, que se burla de él y le da celos. Aparece una autoafirmación de la poética baudelariana según la cual hay que cantar la belleza de la fealdad, del amor fatal y del mal, por eso los demonios le asaltan y él lejos de rehuir su mirada, nos recita sus públicas tiradas.        
                   La Beatriz
 En cenicientas tierras, sin verdor, calcinadas,
como yo me quejase a la Naturaleza,
y el puñal de mi mente, caminando al azar,
fuese afilando lento sobre mi corazón,
vi en pleno mediodía descender sobre mí 

una gran nube oscura, de un temporal surgida,
que albergaba una tropa de viciosos demonios,
semejantes a enanos furiosos y crueles.
Se volvieron entonces fríamente a mirarme,
y, como viandantes que se asombran de un loco,
los escuché entre sí reír y cuchichear
intercambiando señas y guiños expresivos:

-- «Contemplemos a gusto a esta caricatura,
a esta sombra de Hamlet que su postura imita,
los cabellos al viento, la indecisa mirada.

¿No es en verdad penoso ver a tal vividor,
a este pillo, a este vago, a este histrión perezoso,
que, porque representa con arte su papel,
pretende interesar, cantando sus pesares,
al águila y al grillo, al arroyo y las flores,
e inclusive a nosotros, autores de esas rúbricas,
a voces nos recita sus públicas tiradas?»

Hubiera yo podido (alto como los montes
es mi orgullo y domina a diablos y nublados)
apartar simplemente mi soberana testa,
si no hubiera atisbado entre la sucia tropa,
¡y este crimen no hizo tambalearse al sol!

a la reina de mi alma de mirada sin par,
que con ellos reía de mi sombría aflicción,
haciéndoles, de paso, una obscena caricia.

       (trad. Mtnez. Sarrión en Alianza Editorial) 

(V.O. en francés, aquí)
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Valoramos el poema 6 "Alegoría"

Gustav Klimt, Judith I (1901)

Este poema muestra la prostitución sin moralismo, instituida desde antiguo y sacralizada. La prostituta se ríe de las dos buenas hermanas, Muerte y Libertinaje, y como en el cuadro de Delacroix, Mujeres de Argel (1834), posa como sultana en clara alusión al exotismo de la época y la superación de las religiones. El tema de la mujer "estéril" virginal comentado en los poemas sobre lesbianas reaparece ahora traspuesto a las prostitutas. Para Baudelaire, unas y otras eran mujeres infecundas, a falta de plena realización personal, pero sabedoras de su poder y confiadas ante la Muerte. 

              Alegoría
Es una mujer bella y de espléndido porte,
que en el vino arrastrar deja su cabellera.
Las garras del amor, los venenos del antro,
resbalan sin calar en su piel de granito.
Se chancea de la Muerte y del Libertinaje:
los monstruos, cuya mano desgarradora y áspera,
ha respetado siempre, en sus juegos fatales,
la ruda majestad de ese cuerpo arrogante.
Camina como diosa, posa como sultana;
una fe mahometana deposita en el goce
y con abiertos brazos que los senos resaltan,
con la mirada invita a la raza mortal.
Cree o, mejor aún, sabe, esta infecunda virgen,
necesaria, no obstante, en la marcha del mundo,
que la hermosura física es un sublime don
que de toda ignominia sabe obtener clemencia.
Tanto como el Infierno, el Purgatorio ignora,
y cuando llegue la hora de internarse en la Noche,
contemplará de frente el rostro de la Muerte,
como un recién nacido -sin odio ni pesar.

           (trad. Mtnez. Sarrión en Alianza Editorial) 

(V.O. en francés, aquí)
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Valoramos el poema 5 "La fuente de sangre"

Sin corazón 

Este quinto poema, junto con el séptimo ("La Beatriz") y el octavo ("Un viaje a Citerea") son los únicos del bloque que mencionan el yo poético en primera persona. Baudelaire había leído Avatar de Gautier (1856), especialmente estas líneas: Me parece que mi cuerpo deja escapar mi yo como un colador deja pasar el agua por sus agujeros.  
Parece que el poeta, como en un sueño, repasa en cada estrofa los cuatro bloques de su poemario compuestos hasta el momento ("Spleen e Ideal", "Cuadros parisinos", "El vino" y "Las flores del mal") en los que mostraba sus diferentes métodos de evasión de la realidad circundante, a saber: la distancia entre realidad e ideal; la ciudad moderna; los paraísos artificiales y la atracción por el mal. Las crueles muchachas del verso final remiten a las buenas hermanas del poema anterior y a la prostituta del poema posterior.   

         La fuente de sangre

A veces me parece que fluyese mi sangre
lo mismo que una fuente con rítmicos sollozos.
Yo la escucho correr en un largo murmullo,
mas me palpo en vano para encontrar la herida.

Por la ciudad, lo mismo que en un campo cerrado,
camina,  transformando adoquines en islas,
apagando la sed de todas las criaturas
y tiñendo de rojo la naturaleza.

Les he pedido a veces a los vinos capciosos
que  el terror que me mina, por un día adormezcan;
¡El vino aclara el ojo, y afina los oídos!

Un sueño olvidadizo busqué yo en el amor;
¡mas éste es para mí un colchón de agujas
hecho para que beban estas crueles muchachas!
       (trad. A. Verjat y Mtnez. de Merlo en Ed. Cátedra)

(V.O. en francés, aquí)
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sábado, 24 de marzo de 2012

Valoramos el poema 4 "Las dos buenas hermanas"

Jan Toorop, Dos mujeres (1863)

El término hermanas es ambiguo, de ahí que la edición de Cátedra haya traducido el poema como "Las dos hermanitas". En el poema anterior se invocaba a las pobres hermanas y en este a las dos buenas hermanas. Estas son la relajación de las costumbres o libertinaje y la muerte. Ambas van de la mano y se alían para consolar al poeta. Una y otra tientan al poeta alternativamente y por igual porque son las dos caras de una misma cosa. Nuevamente aparecen temas vistos ya como el de la mujer "estéril", la asociación amor-muerte, alcoba-féretro y la atracción fatal y poética.

           Las dos buenas hermanas
Libertinaje y Muerte, son dos buenas muchachas,
Pródigas de sus besos y ricas en salud
Cuyo virginal flanco, que los harapos cubren,
Bajo la eterna siembra jamás fructificó.

Al poeta siniestro, tara de las familias,
Valido del infierno, cortesano sin paga,
Entre sus recovecos, muestran tumba y burdel,
Un lecho que jamás la inquietud frecuentó

Y la caja y la alcoba, en fecundas blasfemias,
Por turno nos ofrecen, como buenas hermanas,
Placeres espantosos y dulzuras horrendas.

Licencia inmunda ¿cuándo por fin me enterrarás?
¿Cuándo llegarás, Muerte, su émula fascinante,
A injertar tus cipreses en sus mirtos infectos?

        (trad. Mtnez. Sarrión en La Gaya Ciencia

(V.O. en francés, aquí)
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