viernes, 23 de marzo de 2012

Influencias de Baudelaire y "sus flores" en la pintura

El “malditismo” y la atracción por el alcohol, concretamente por la absenta, queda reflejado en muchos cuadros de la época. Uno donde la influencia de Baudelaire es patente será El bebedor de absenta (1858) de Edouart Manet. El pintor se inspira en Las flores del mal y también fue censurado por elevar a categoría de héroe a un borracho trapero, igual que hiciera Baudelaire en su obra.

Manet, El bebedor de absenta (1958)

Desde Salones de 1845, Baudelaire animaba a los pintores a plasmar la vida moderna parisina y eso hicieron pintores impresionistas como Manet, Degas o Toulouse Lautrec. En el cuadro de Manet titulado Música en las Tullerías se incluye la figura de Baudelaire detrás de la primera dama de blanco de la izquierda.  

E. Manet, Música en las Tullerías (1862)

Baudelaire era bibliómano y entendido en pintura, de ahí que el pintor realista Gustave Courbet en la alegoría de su Taller del pintor (1855), lo retratara aparte, en lugar preferente (dentro del lado derecho de intelectuales) leyendo un libro. 


Courbet. Taller del pintor (1855) 

No era la primera  vez que lo retrataba: en 1847 lo pintó leyendo, a la luz de una lámpara y entre las paredes desleídas de su estudio. Baudelaire llegó a afirmar que Courbet había contribuido a restablecer el gusto por la simplicidad y la franqueza y el amor desinteresado y absoluto por la pintura y aceptó figurar en la alegoría de su “taller”. Pero con el tiempo, los caminos de ambos se distancian, y el poeta llega a alegar acerca de los realistas del círculo de Courbet que se trata de una tropa de artistas y de literatos vulgares, cuya inteligencia miope se disimula detrás del término vago y oscuro de realismo.

Courbet, Retrato de Baudelaire 

La pintura simbolista comparte muchas ideas con la poesía simbolista. Pintores como Redon, Shwabe o Rassenfosse ilustran Las flores del mal

Odilon Redon, Les Fleurs du Mal

Odilon Redon no quiere ser considerado pintor literario y en la cubierta del álbum de Las flores del mal no hace meros comentarios visuales sino que reinterpreta lo escrito con un lenguaje puramente pictórico. Para él, el sentido del misterio obliga a trabajar con el equívoco, con los dobles o triples aspectos (vemos aquí un eco de la poética de Mallarmé que aconsejaba que las palabras se reflejaran las unas sobre las otras hasta que parecieran no tener más su color propio y no ser más que las transiciones de una gama).

A. Seguin, Las flores del mal

Tampoco Armand Seguin (un seguidor de Gauguin) es un pintor literario, es decir, no pinta lo que sus ojos ven sino lo que piensan, pero la influencia baudelaireana es clara pues pinta un cuadro que titula Las flores del mal. 


Schwabe también ilustra poemas de Las flores del mal, como los titulados “Destrucción” y “El albatros” y al belga Armand Rassenfosse le encargan las ilustraciones de una edición de 1899 como la del poema "El enemigo".

Rassenfosse, "El enemigo"















Más recientemente, son interesantes el cuadro  de 2002 de Miguel Ángel Menassa

Menassa, Las flores del mal (2002)

o las sugerentes ilustraciones que el belga Louis Joos hiciera para la editorial Nórdica en conmemoración del 150 aniversario de la 1ª edición de las Flores del mal en Francia y que se muestran en este booktrailer


La ilustradora Victoria Francés, que se dio a conocer en el Salón del Cómic Barcelona 2004 con su trilogía melancólica y gótica, Favolese reconoce deudora de las famosas novelas del género como Drácula, de Bram Stoker y de autores como Goethe, Poe y Baudelaire.



2 comentarios:

  1. Un blog muy interesante, me ha encantado este post que además pienso utilizar con mis alumnos. Te dejo la dirección del mío:
    moteros153.blogspot.com

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  2. Muchas gracias por tu amable comentario y por dejar tu dirección, que visitaré con interés.

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