viernes, 8 de marzo de 2013

Baudelaire y la sinestesia



La sinestesia literaria es recurrente en la poética de Baudelaire y en uno de sus poemas más famosos,  titulado "Correspondencias", cobra todo el protagonismo. En este poema, carta de presentación del simbolismo, hay mezcla de sentidos físicos entre sí (frescas fragancias) o entre estos y los sentimientos (fragancias corrompidas, gloriosas, triunfantes).
Este recurso poético nos es familiar y lo usamos en nuestro día a día cuando decimos, por ejemplo, amarillo chillón agria melancolía, de lo que se deduce que todos podemos tener un pequeño grado de sinestesia aprendida.

Pero lo que quizás desconozcas más es la sinestesia científica, es decir, la interferencia de sentidos en el mundo real, no ya en el literario y que experimenta un 1% de la población porque su desarrollo cerebral es distinto. No es una enfermedad sino un don para, por ejemplo, oir colores, ver sonidos o degustar  algo con solo nombrarlo o tocarlo.
Parece ser que las personas sinestésicas son creativas y gozan de un rico mundo interior. No en vano, se dice de Baudelaire y Rimbaud que eran sinestésicos, aunque hay otros que prefieren achacar a las drogas  estas curiosas vivencias.   

Para más información científica sobre el tema, puedes pinchar en este enlace del programa Redes dirigido por Eduard Punset. En él la artista Pepa Salas nos deja testimonio de su sinestesia.

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