domingo, 5 de febrero de 2012

Ballet de Romeo y Julieta

Esta entrada se la dedico a mis dos tocayas, las bailarinas de la clase. Disfrutad con la escena final del ballet Romeo y Julieta, de Prokofiev. Vosotras nos ilustraréis sobre tecnicismos coreográficos, pero espero que coincidáis conmigo en que ambos bailarines son magníficos y la trágica escena rezuma romanticismo y sensibilidad.


Como sabéis, la muerte de los amantes acaba con las rencillas entre las dos familias rivales y el Príncipe acaba diciendo la última palabra:

CAPULETO:
Dadme vuestra mano, Montesco, hermano mío.
esta es la dote de mi hija. Nada más
puedo pedir.

MONTESCO:
Yo sí puedo daros más,
pues he de erigirle una estatua de oro
a Julieta, de modo que, mientras Verona exista,
ninguna otra imagen ha de ser tan honrada
como la de vuestra fiel y sincera hija.

CAPULETO
Con igual esplendor, y junto a ella, yacerá Romeo.
¡Oh, pobres víctimas de nuestro odio!

PRÍNCIPE:
La mañana trae consigo una paz lúgubre;
el sol, apenado, no asoma su cabeza.
Vayamos que hemos de hablar de estos hechos
tristes. Unos serán perdonados, otros
tendrán su castigo, pues historia tan penosa nunca
hubo, como esta de Julieta y Romeo.
                  Salen todos
                         FIN

Si queréis ver otras escenas de la obra, podéis pinchar en los dos enlaces siguientes: uno es el la Danza de los caballeros del baile en que se conocen Romeo y Julieta (I,5) y el otro es la famosa escena del balcón (II,2).

1 comentario:

  1. Es un ballet precioso.
    Gracias a Shackespeare hemos desarrollado toda una gama de manifestaciones artísticas a lo largo del tiempo.
    Es genial que todavía se le siga teniendo presente de un modo tan bonito como es el baile.

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